En nuestras clases de Ética de 4º estamos viendo estos días cómo ha habido tradicionalmente una gran diversidad de normas, valores y costumbres entre diferentes culturas, en tanto que dentro de una misma cultura suele darse una gran uniformidad en estos aspectos, lo que ya Hume, en el siglo XVIII, atribuía a la empatía o al deseo de ser aceptado por los demás.
La psicología social se ha interesado repetidas veces por esta cuestión. Aquí os muestro dos ejemplos muy conocidos de los que podemos extraer importantes conclusiones acerca de por qué hacemos lo que hacemos o de hasta dónde podemos llegar por agradar a otros.
Solomon Asch condujo en 1951 una serie de experimentos en los que se pedía a unos estudiantes que participaran en una “prueba de visión”. En realidad todos los participantes del experimento excepto uno eran cómplices del experimentador, y el experimento consistía realmente en ver cómo el estudiante restante reaccionaba frente al comportamiento de los cómplices. El objetivo explícito de la investigación era estudiar las condiciones que inducen a los individuos a permanecer independientes o a someterse a las presiones de grupo cuando estas son contrarias a la realidad. Aquí, aquí y aquí os dejo unos accesibles enlaces que dan más información; y a continuación un vídeo como ejemplo:
La psicología social se ha interesado repetidas veces por esta cuestión. Aquí os muestro dos ejemplos muy conocidos de los que podemos extraer importantes conclusiones acerca de por qué hacemos lo que hacemos o de hasta dónde podemos llegar por agradar a otros.
Solomon Asch condujo en 1951 una serie de experimentos en los que se pedía a unos estudiantes que participaran en una “prueba de visión”. En realidad todos los participantes del experimento excepto uno eran cómplices del experimentador, y el experimento consistía realmente en ver cómo el estudiante restante reaccionaba frente al comportamiento de los cómplices. El objetivo explícito de la investigación era estudiar las condiciones que inducen a los individuos a permanecer independientes o a someterse a las presiones de grupo cuando estas son contrarias a la realidad. Aquí, aquí y aquí os dejo unos accesibles enlaces que dan más información; y a continuación un vídeo como ejemplo:
Un ejemplo similar y también conocido es el llamado "Experimento del ascensor", del que aquí tenéis una muestra:
Pero mucho más terrible fue el experimento dirigido por Stanley Milgram a comienzos de los años 60: se trataba de determinar hasta qué punto somos obedientes o estamos dispuestos a obedecer órdenes, sin importarnos la naturaleza moral (inmoral, en este caso) de tales órdenes. Algo así como justificarse diciendo: "Le tiré por el balcón porque ése me dijo que lo hiciera". Gran parte de los asesinos en masa y de los torturadores que el mundo ha conocido se excusaron diciendo cosas semejantes. Aquí, aquí y aquí tenéis varios enlaces explicativos para comprender bien las finalidades y la mecánica del experimento, y este enlace os lleva a un completo y serio vídeo que reconstruye el experimento. El siguiente vídeo es una explicación más didáctica y en castellano:
La estupenda película alemana La ola (Die Welle, aquí tenéis un buen enlace) es otro ejemplo de lo gregarios y obedientes que tendemos a ser, en especial en grupo, y está basada en otro conocido experimento de psicología social.
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