Como había comentado en una de nuestras últimas clases, os presento una película relativamente reciente -y ya de culto- que ofrece un planteamiento original y sorprendente de lo que supone ser inmortal: The Man from Earth (El hombre de la Tierra). Aunque tiene muchos trucos en los giros de su trama, y nos plantea una posibilidad demasiado excepcional, advierto que no es un filme con efectitos ni dioses olímpicos ni supermegahiperhéroes ni rayos azules que volatilizan edificios. Ni siquiera salen helicópteros, que para mí son la frontera divisoria entre los dos tipos básicos de películas: las comerciales y de acción y las de reflexión. Casi toda la acción se desarrolla en una habitación en la que los personajes conversan. Y resulta sumamente entretenida.
Recordad que cabían muchas concepciones acerca de la inmortalidad: que si colectiva o si individual, que si bendición o si castigo... Aquí estamos ante el caso de un individuo aislado que se enfrenta con serios pesares a su singularísima condición. No es la óptica que más me interesa, ni se explora lo que sería de la humanidad si no tuviera que enfrentar la certeza de la muerte, pero la película merece la pena. Os dejo un tráiler, recomendándoos que busquéis una copia para echar un rato interesante.