jueves, 19 de diciembre de 2019

Algunas curiosidades sobre la memoria

En el marco del Tema 6 de nuestra asignatura de Psicología, dedicado a la memoria, se están destacando muchas cuestiones fundamentales que evidencian su importancia, su estructura y sus funcionamientos básicos. 
Se me ocurre complementar esos contenidos con unas pocas cuestiones o asuntos algo tangenciales que puedan ser de vuestro interés, ilustradas con respectivos textos (escritos o fílmicos). Vamos allá.
1. Recordarlo todo. ¿Sería deseable? La memoria, como la atención y la percepción, es enormemente selectiva: olvidamos la mayoría de lo que vivimos (¿o alguien recuerda qué almorzó el 19 de octubre de 2007 o qué dijo a las 17:55 h. del 4 de agosto de 2016?), y recordamos sólo una pequeña colección de vivencias. Pero, ¿y si no fuera así? ¿Y si todo el pasado pudiera hacérsenos presente a cada instante? ¿Y si cada detalle de lo vivido, percibido, sentido, quedara grabado de forma indeleble y fuera evocado con persistencia? Esta posibilidad la exploró el siempre fascinante escritor argentino Jorge Luis Borges en un cuento recopilado en su libro Ficciones (1944) titulado Funes el memoriosoAquí tenéis un extracto con la parte más relevante para nosotros.
 
2. Recordamos más de lo que creemos. Aunque, si no somos conscientes de ello, o si no podemos recordar a voluntad lo guardado, ¿lo recordamos realmente? A veces recuerdos insospechados nos asaltan y nos sorprenden por su extraordinaria precisión. Sigmund Freud estudió este fenómeno al describir casos de sueños hipermnésicos en su célebre La interpretación de los sueños (1900). Aquí tenéis el fragmento.


3. La memoria es extraordinariamente falible. A menudo nos equivocamos al recordar. Tenemos falsos recuerdos: recordamos haber vivido -visto, oído, leído, dicho...- algo que no ha pasado. Hay, por ejemplo, diversos estudios que prueban la escasísima fiabilidad de los testigos presenciales en procesos judiciales. ¿Recuerdas algún caso personal? ¿Por qué ocurre eso? Aquí encontraréis un buen artículo sobre el tema. Este otro artículo indaga además en la posibilidad de implantar falsos recuerdos, especialmente en niños. En los últimos años se ha popularizado el llamado Efecto Mandela, que alude a falsos recuerdos compartidos por una colectividad: amplios grupos de personas afirman recordar algo que... ¡nunca ocurrió! El origen del nombre de este supuesto efecto y algunos ejemplos célebres los encontraréis aquí, aquí , aquí o aquí. He escrito "supuesto" más arriba porque algunos niegan que exista, porque ha sido promovido desde ambientes pseudocientíficos -con la inestimable ayuda de redes sociales- y porque la comunidad científica es escéptica al respecto. ¿Conocéis algún caso cercano? Hay una película reciente (de bajo presupuesto pero cierto interés) que trata parcialmente el tema, llamada precisamente El efecto Mandela (que os puedo pasar si os interesa). 

4. Los trastornos de la memoria son un filón. Las patologías más asociadas con la memoria son el mal de Alzheimer y otras demencias, y las diversas formas de amnesia. De entre estas, la amnesia anterógrada -la incapacidad de recordar el presente, de ir fijando lo que vamos viviendo- es una de las formas más raras y atroces.
Ya Oliver Sacks describía un caso así en la historia "El marinero perdido", incluido en su libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, y el caso de Henry Molaison ya ha sido presentado en clase. Un magnífica película -esta sí lo es- que juega con esta posibilidad, y que además sigue una estructura narrativa muy innovadora y arriesgada es Memento. Os recomiendo que la pilléis.


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