En el tema sobre Libertad y responsabilidad destinado a los Primeros de Bachillerato nos encontramos con el concepto de determinismo. En esencia, supone aceptar que los hechos ocurren de una forma determinada por leyes físico-naturales que pueden ser conocidas y que explicarían no sólo por qué han ocurrido ciertos fenómenos sino también predecir qué fenomenos ocurrirán y cómo. Si ignoramos el futuro es sólo porque nos falta información o porque no dominamos las leyes que los rigen.
En principio, pasado y futuro son asimétricos: el pasado está fijado (ha ocurrido así y no de otro modo) y ha dejado huellas en el presente, por lo que es (más o menos) conocido; en cambio, el futuro está abierto y no tenemos ahora constancia de él. Pero si suponemos que el futuro está ya determinado, estamos suponiendo también que ahora puede ser conocido, si disponemos de las herramientas adecuadas, y que no hay libertad en el universo porque los acontecimientos tienen que ocurrir así y no de otra forma.
Con esta idea juega la película norteamericana Minority Report (Steven Spielberg, 2002), basada en un relato muy anterior del genial y siempre sorprendente Philip K. Dick. En resumen, se plantea un mundo futuro en el que unos videntes predicen qué crímenes se van a producir y se detiene a los autores antes de que los cometan (por que se sabe que, de no hacerlo, indefectiblemente ocurrirían). Fijáos en que también plantea enormes dilemas morales: ¿cabe detener, procesar y condenar a alguien por un crimen que aún no ha cometido? Lo curioso es que las legislaciones penales de muchos países, incluído el nuestro, contemplan importantes castigos para los llamados "delitos de peligro", o aquéllos que no causan daños pero podrían causarlos (pensad en la conducción temeraria, o bajo los efectos del alcohol).
Como seguramente no tendremos ocasión de comentarla en clase, ahí van dos enlaces de interés: uno dedicado a los avaneces que plantea y otro que remite a la película completa.
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