Como estamos viendo últimamente en algunas clases de 1º de Bachillerato, es interesante perfilar los conceptos moral, inmoral y amoral, que no son siempre entendidos de la misma forma.
A continuación nos surgirán algunas preguntas, como ¿Sólo los humanos somos morales? (que ha tenido una respuesta invariablemente positiva en la tradición filosófica) y, más interesante, ¿todos los seres humanos son morales, o cabe un ser humano amoral? La tradición filosófica ha sido aquí casi igualmente unánime, como en seguida veréis. Ahora bien, ¿y si existiera un humano sin la menor conciencia moral, para el que el bien y el mal no significaran nada, sin valores ni remordimientos? Un tipo así nos resultaría sin duda poco humano, cercano a los más inquietantes robots o androides propuestos por el cine, pero, aparte de los casos de discapacidad neurológica o intelectual severa, ¿existe?
No anticipemos nada. Esta cuestión me ha recordado la historia de Richard Kuklinski, un individuo muy peculiar, de magnético atractivo y siniestro recuerdo, que no os dejará indiferentes. Para familiarizaros con el personaje os recomiendo este reportaje (hay más) a partir de unas entrevistas de finales de los 90. Lamentablemente sólo lo he podido encontrar en versión original (aunque en su día lo emitió TVE en Documentos TV):
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